lunes, 19 de noviembre de 2012

Tu Problema No es Mi Problema


¿Te gustaría vivir en alguna de esas casas?

La isla grande de Chiloé siempre ha sido descrita como un conjunto de bellos paisajes, rica cultura y místicas tradiciones. Y es verdad. Paisajes naturales maravillosos, con una vasta flora y fauna. Casas pequeñas y pintorescas, algunas incluso se elevan sobre las aguas sujetas por unos troncos de madera. Gente que aun cree en viejas historias de brujos y criaturas fantásticas es común en la isla.
Y bueno, todo lo anterior es común en las comunidades poco desarrolladas. La naturaleza es viva donde nadie la ha hecho mas cómoda, las viviendas nos resultan “simpáticas” cuando nos cuesta creer que un ser humano pueda vivir ahí, la gente es supersticiosa cuando nadie les ha explicado los fenómenos que no entienden.
No obstante, la gente de Chiloé ha salido adelante. A pesar de las dificultades que tienen al ser una isla aislada del resto del continente y contar con una infraestructura varias generaciones atrasadas (aunque por lo que se ve están mejorando aquello) han podido surgir. En parte por el turismo que tanto defiende la gente de fuera y que tanto requiere que la isla se mantenga pobre, pero por otro lado está la industria local, que nada tiene que envidiarle a la de otras localidades. Principalmente es industria alimentaria lujosa, que se exporta directamente a Europa y Asia. Esta industria ha llevado a la gente de la isla por el camino del desarrollo, ha impulsado todos los sectores. Menos uno.
Evidentemente al turista que viene de fuera, sea del mismo país u otro, no le gusta que su preciado paisaje se vea interrumpido por una granja de salmones. Claro está que le parecerá “fome” que los chilotes no sean personas que andan vestidos de harapos de lana y que no le hagan reverencias por venir “de fuera”. Muy fácil es criticar que se construyan edificios modernos que “ensucien” el “bello” paisaje de “casas típicas” cuando uno lo ve por un fin de semana, pero para el que vive ahí puede ser distinto.
A fin de cuentas esto no se trata de defender que en la isla se haga tal o cual cosa. Esto se trata de Libertad.
El chilote puede querer vivir en un edificio de departamentos construido en hormigón armado con estilo postmoderno. Puede querer comprar en un mall como cualquier persona del resto del país, puede querer gastarse su sueldo en un casino entre tragos y mujerzuelas, puede querer no ser un camarero que deba alabar al turista, puede querer decidir el lo que quiere para su ciudad.
¿Quiénes somos nosotros para decirles a ellos como vivir?